Para desarrollar su modo de vida el hombre aprovecho desde tiempos
inmemoriales la riqueza que se encuentra en la franjacostera por su gran productividadPero el mal uso realizado por el hombre, ha
puesto nuestras costas en una situación de amenaza y destrucción.
La dinámica del litoral esta
irreversiblemente alterada y su perfil desdibujado a causa de la
urbanizacióndescontrolada, y la
proliferación de instalaciones portuarias
la extracción ilegal de arena de playa para la construcción es otro
fenómeno no menos importante, numerosas playas están quedando sin arena y
algunas de ellas han desaparecido totalmente.
La mala planificación de muchas actuaciones llevadas a cabo en la costa y
la deficiente previsión de sus efectos es una realidad en nuestro litoral,
debido por lo general a las megaenfraestrutura paraproyectosturísticos.
Algunosde estos proyectos están
situados dentro de zona supuestamente protegidas
El complejo turístico de Saidia , Mar Chica, Souani y el de Cala Iris son
ejemplo de ello
Una de las consecuencias más directas de esta alteración es la erosión
costera, que afecta gravemente al litoralcuya expresión más visible es la alarmante desaparición de las playas.
A esta erosión hay que sumar los
graves impactos sobre los hábitats costeros y sobre los sistemas ecológicos
relacionados.
Los temporales que azotan cada otoño el litoral mediterráneo evidencian la
fragilidad de nuestras playas.
La contaminación es otra de las grandes amenazas a la que se enfrentan las
costas A la originada por los vertidos de aguas residuales sin depurar y
deshechos sólidos urbanos .
El proyecto de leyde costas que el
departamento de medioambiente a depositado en la secretaria general del estado
en 2003 aun sigue congelado y tarda demasiado en ver la luz ,
En la actualidad esta ley es la
última preocupación de los responsables políticos del país, razón que anima la
salvaje especulación urbanística , olvidándose completamente de la protección y
conservación de nuestras dañadas y frágiles costas.
Nuestro privilegiado litoral, desde
los acantilados más abruptos hasta las marismas y playas, es patrimonio común
de todos y así debe ser entendido por Administraciones, agentes sociales y
sectores relacionados si queremos conservarlo y seguir disfrutándolo.